Los inicios de este fundo se remontan al año 1880, cuando es explotado por Don Manuel Fernández Cereceda. Este terrateniente desarrollo en terrenos de secano diversas construcciones campos de cultivo y parques. Teniendo como limites en 1901, al norte la Hacienda de Chocalán y el rio Maipo; Al este, la Hacienda de Culiprán; Al sur, parte de la Hacienda de Culiprán y el camino público de Bucalemu; y al oeste, al fundo Santa Teresa. Posteriormente, este fundo fue traspasándose generacionalmente en la familia Fernández.      

La gran hacienda San Manuel, sin duda se identificó por ciertas particularidades que la hacían diferente a otras haciendas de esta comuna. En sus albores, su principal actividad fue de la crianza de caballos, que eran adiestrados para los coches de tiro, que era muy comunes en la época (afines del 1800 y principios de 1900. Posteriormente, con la llegada del siglo XX, la actividad productiva de este fundo da un vuelco hacia las actividades ganadera de vacunos y porcinos, lechera y agrícola (chacras, trigo, cebada y avena). Dentro los principales, productos lecheros que destacaban a este fundo se encontraba la mantequilla y diversos tipos de quesos, cuyo principal comprador era el Club La Unión de Santiago. 

En su territorio se ubican diversas construcciones que cumplían un rol fundamental en el quehacer de este fundo como son: la casa patronal, el parque, la capilla, la antigua llavería, caballerías, establos, comedor (lechería), bodegas, consultorio, escuela, cine y club social.

Tanto la comunidad de Culiprán como la de San Manuel, valoran mucho las construcciones que han tenido un fin comunitario y que aún tienen acceso a ellas como la capilla, el consultorio, la escuela y el cine.

La capilla de esta hacienda fue construida en 1890. Se encuentra aislada y protegida por jardines y arboladas. En su interior, se aprecian el altar, sacristías laterales y tres naves (una central y dos laterales). Posee en su entrada un pórtico con arco de medio punto, y sobre este, se eleva una torre, edificada en dos cuerpos, que finaliza en punta coronada por una delgada cruz. Cercana a este pequeño edificio eclesiástico se localiza un pequeño parque cementerio, donde descansan los restos de la familia Fernández.  

En relación al consultorio, se construyó en las primeras décadas del siglo XX, sus orígenes por intermedio de la “Casa de Socorro Mutuo San Manuel”, y atendía, principalmente a los enfermos del fundo y a las localidades próximas a esta hacienda. Inicialmente, contaba con 14 camas, un servicio telefónico y una rustica ambulancia. Hoy en día, funciona como consultorio de salud y está bajo la dependencia de la Corporación Municipal de Salud y educación de Melipilla, atendiendo principalmente a residentes de San Manuel, Codigua y localidades próximas al camino al Lago Rapel.

Mientras que, la escuela básica “Pedro Marín Alemany”, se localiza en la alameda que va hacia la casa patrimonial. Comenzó a impartir educación a los hijos de los trabajadores en el año 1900. Es así, como para 1939, esta escuelita contaba con un edificio de solo dos salas, que recibían un alumnado de 140 estudiantes, los cuales accedían hasta tercero básico. En la actualidad, este establecimiento atiende a casi 300 alumnos, demostrando así su incremento en su planta edificada, profesorado, estudiantes y grados educacionales hasta 8° básico. 

En cuanto, al gran cine o Teatro de San Manuel, en la década de los 40. Su funcionamiento, fue un suceso novedoso. Desde sus inicios, poseía una capacidad de 150 personas, tenía piso de baldosa, tarima entablada, butacas de madera y una proyectora de gran nivel. En su espacio interior se destaca un altillo en que se proyectaban películas de ese tiempo. Esta situación llamó la atención de la zona sur de la provincia de Melipilla. Familias enteras asistían al cine, ya que no tenían acceso a la capital para ir a ver las películas a los cines capitalinos. Venían en cualquier medio de transporte, tanto a pie, como en bicicleta, caballo y carreta. Las funciones eran los jueves y domingos en que se proyectaba la película y serie de la época, que eran anunciadas por las emisoras radiales de Melipilla.  

A modo de anécdota, en el año 1989, se grabó en este fundo la exitosa y memorable teleserie nacional “A la sombra del ángel”, en la cual muchos residentes participaron como extras en el desarrollo de los capítulos de este melodrama nacional. También existe entre los vecinos el mito popular que la sinigual estatua del ángel, ubicada en uno de los la casona patronal y que se desarrollaba la historia central de sus protagonistas, era de oro macizo y que había sido pintado de color blanco por sus propietarios, con el fin de no ser dañada ni robada por algún desconocido. Sin embargo, este popular relato nunca será confirmado, ya que fue rematada años posteriores y su paradero hasta nuestros días es desconocido.

Finalmente, en relación a este fundo aún se mantiene con cariño en la memoria colectiva de esta comarca campesina a sus antiguos dueños Fanny Fernández y Pedro Marín. Debido a su actitud patriarcal y altruista que tuvieron con los habitantes de este fundo. 

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