La medialuna de Codigua se considera como el escenario oficial del rodeo. Ésta deriva de los corrales utilizados para juntar el ganado de las haciendas durante la actividad anual de rodear los animales.

Tradicionalmente de forma rectangular, los “corrales” tomaron su forma circular a mediados del siglo XIX, cuando el rodeo alcanzó su carácter competitivo. Su nombre se debe a la forma geométrica del sector de la cancha, donde se realizan las atajadas y se encuentran las quinchas.

La medialuna de Codigua tuvo su origen durante las primeras décadas del siglo XX, cuando se empezó a poblar la zona. Se caracteriza porque en su costado poniente se encuentra el apiñadero, donde se encierran cerca de 30 cabezas de ganado y desde donde cada pareja debe sacar su animal sin más ayuda que su habilidad. Allí, con sus dos puertas cerradas, se inicia la corrida. Al salir el novillo del apiñadero, es atajado por uno de los jinetes de la collera en las quinchas, que son zonas de 12 metros de largo acolchadas con sacos y paja para no herir físicamente al animal durante la atajada, la cual se realiza con el pecho del caballo. Estas quinchas se ubican en los extremos norte y sur de la medialuna. Luego de la tercera atajada (el conjunto de atajadas se denomina carrera corrida) viene un último recorrido para echar al animal del recinto.

Es uno de los elementos fundamentales de la cultura campesina “huasa” del valle central de Chile, en donde a través del tiempo se constituído una de las principales actividades comunitarias, en donde las tradiciones se relucen. Durante las fiestas patrias cobra mayor importancia ya que durante todo el año muchos “huasos” se preparan para participar en el rodeo.

La medialuna en muchos casos está acompañada por otros recintos especiales, en esta oportunidad en particular, existe una cancha al costado que también toma relevancia para la comunidad.

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