Este Molino industrial fue construido bajo el patronazgo Inglés Lambert, en el año 1885. Su estructura fue Importada de Inglaterra y pertenecía principalmente a los dueños de los fundos de Culiprán y Huechún. Funcionaba todo el año, siendo su mayor demanda principalmente en los meses de febrero a abril. Su relevancia ha radicado en ser lugar de molienda y punto de encuentro campesino. Deja de funcionar durante la década de los cincuenta del S. XX, siendo reemplazada posteriormente por una cooperativa agrícola. En 1965, El Molino fue testigo y base de la reforma campesina que dio paso a la reforma agraria. Durante 1965, En ese lugar originó la movimiento campesino y ocupación del fundo Culiprán, lo que da origen a la primera expropiación de un predio que pasa a manos de los trabajadores bajo el lema “La tierra para el que la trabaja”. Este hito constituye en la historia de la agricultura chilena y un caso pionero en la llamada “Reforma Agraria”. Con la llegada de la Dictadura Militar en 1973, la cooperativa agrícola que operaba en el molino finalizó y con ello, comenzó abruptamente su etapa de decaimiento y abandono de edificio. A pesar de ello, en la memoria de la comunidad culipranina, aún sigue estado presente como un hito histórico, identitario y cultural de este enclave territorial melipillano. Por ello, no es de extrañar que este mencionado en textos de historia local como Historia de Melipilla (2010) y Historia General de Culiprán (2014).   Su sistema de pago funcionaba por medio de la conocida “Maquila”, que correspondía a un 20  a un 30% de la producción que era para el dueño del molino. Dentro de los productos obtenidos de la molienda se destacaban el afrecho. harinilla, harina y harina Flor. Aunque su producción era de autoabastecimiento, también abastecía a fundos cercanos a la localidad de Culiprán, como el Fundo Culiprán, Fundo San Manuel, Fundo Popeta, Fundo Codigua y Fundo Huechún. A su vez, parte de su producción se exportó directamente a Santiago.   Finalmente, entorno a este edificio molinar se desarrollaban diversas tradiciones asociadas a la tradicional que en su interior se desarrollaba, como la celebración de la primera molienda del respectivo año y la pedida del molino por parte de los diferentes usuarios de la comarca culipranina.  

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